lunes, 5 de mayo de 2014

Mientras no tenemos hijos, podemos organizar nuestra agenda de acuerdo a nuestro tiempo y todo queda perfectamente coordinado y,en un 97%, lo podemos realizar.
Pero, una vez que somos madres todo cambia...se hace más difícil asegurar "vamos a estar ahí a las 4"! Porque mientras estamos solas, salimos 4 menos cuarto y llegamos con dos minutos de sobra; pero cuando somos mamás, tenemos que salir o estar listas a eso de las tres y cuarto para salir cuatro menos cuarto, porque seguro que cuando subimos a nuestro/a pequeño/a al auto, bici o moto, de pronto sientes un ruidito y un olorcito peculiar, que obligadamente nos hace bajar del vehículo, bajar al bebé y el bolso, y correr a cambiarle el pañal...Seguro que ni bien terminamos de llegar de visita a la casa de una amiga, bajamos todas las pertenencias y la criatura comienza a ponerse fastidiosa, que nada le gusta y lo único que hace es llorar y llorar...Entonces tomamos tooodas nuestras cosas y nos volvemos a casa. Pero claro, para sorpresa nuestra, terminamos de llegar a casa y nuestro/a pequeño/a comienza a reir a carcajadas, feliz de estar en casa otra vez!!
Entonces, así nos acostumbramos a salir muy poco y ahí es donde aparece el bendito stress!
Ja! Quién no conoce hoy a esta afección?
Entonces no tenemos ni siquiera tiempo que organizar, debido a que nuestro tiempo se transforma en el tiempo de nuestro/a hijo/a...y al final tratamos de pasar la maternidad con la mejor sonrisa del mundo y tratando de disfrutar cada segundo que podemos compartir con nuestro pequeño...Y ahí es donde se nos agranda el corazón, porque nos damos cuenta que valió la pena el sacrificio, porque podemos disfrutar cada sonrisa, cada caricia, beso y abrazo, de quien más nos ama en el mundo (a pesar de llamarnos "mala" cada vez que lo retamos)..

Bueno la próxima examinaremos la probabilidad y posibilidad de volver a trabajar  luego de varios años junto a nuestros peques.

Contame qué opinás vos!!

1 comentario:

Contame qué opinás vos!